Argumento

Bibiana Lawrence y Noa Johnson eran dos buenas amigas que se separaron a causa del divorcio de los padres de Noa y del traslado de esta con su madre a París. Años después vuelven a encontrarse en el privado, estricto y tradicional colegio AYLAN COLLEGE. Un fin de semana en que los alumnos pueden ir a casa, Noa y Bibi se quedan en el colegio porque sus padres no pueden quedarse con ellas. Para entretenerse, ayudan en el huerto del colegio y cuando van a buscar la herramientas al sótano encuentran el secreto más bien guardado desde hace 30 años. A partir de entonces tendrán que investigar el porqué de muchas preguntas sin respuesta y obtendrán la ayuda de una nueva amiga, “Evelin Withe”. ¿Que hizo el fundador del colegio hace 30 años? ¿Qué relación tienen los profesores con el misterio?

jueves, 21 de junio de 2012

CAPíTULO 2: RECUERDOS

Hola lectorees!
Aqui tenemos el capítulo 2, esperamos que os guste a todos!
En cuanto a los capítulos intentaremos colgarlos uno al día pero sino da tiempo los colgaremos lo mas pronto posible!




Tres meses, una semana y dos días. Mi nombre es Evelin Withe, o eso es lo que “ellas” dicen.
Todavía recuerdo el día que llegué aquí. Desperté en esta sala oscura y no recordaba nada de mi pasado. Fue muy frustrante y me puse a chillar como una desesperada. De repente se abrió una pequeña ventana. Intenté levantarme para mirar quien era pero estaba atada de pies y manos. Justo cuando la ventana se cerró pude liberarme para ver que era aquello que había en el suelo: comida i agua.
Cuando terminé de comer me fijé en una nota que había escrita en el plato.
Tranquila, no vamos a hacerte ningún daño. Has sufrido un terrible accidente y te tenemos en observación y recuperación. No tardarás mucho en salir.
Sinceramente me parecía y me sigue pareciendo extraño que me encerraran en una sala oscura para recuperarme pero, como no recordaba nada, no le di importancia.
Unos días después de despertar empecé a escuchar unas voces en mi cabeza que hoy en día siguen. En realidad no se de donde provienen pero me dicen cosas sobre mí, como mi nombre, mi edad, mi pasado… Intento no pensar mucho en ello ya que me destroza saber la vida que podría haber tenido si no me hubiera pasado nada.

***

Me despierto de madrugada. Al principio creo que estoy en casa, con mi madre, pero luego recuerdo que estoy en el Aylan, con Bibi. Como no consigo dormirme de nuevo me levanto y voy al baño. Al volver me cruzo con aquella chica de la reunión, la que se sentó al lado de Bibi. Pasa por mi lado, como si no estuviera, cuando escucho un ruido. Me giro pero solo está ella caminando, me lo habré imaginado. Vuelvo a la habitación, todas siguen dormidas así que sin hacer ruido cierro la puerta y me meto en la cama.
La luz del sol me despierta. Al parecer soy la última en levantarme, la habitación está vacía. Me pongo el uniforme, me peino y bajo a desayunar.
Mientras voy por las escaleras me cruzo con una chica. Sin motivo alguno me empuja, yo tropiezo y me caigo. Me extraña que el suelo esté blando. Cuando levanto la vista me encuentro encima de un chico.
- Lo.. lo siento mucho... - No se porqué pero me temblaba mucho la voz.
- A ver si vas con más cuidado, torpe - Me quedo parada ante su respuesto, no se a que viene tanta borderia...
Bueno, dejando ese tema de lado, voy a decirle a Bibi lo que me ha pasado.
Llego al comedor y voy a la cola para coger el desayuno. Cuando acabo veo a Bibi sentada en una de las mesas más cercanas. Me acerco y me siento con ella.
-Perdón por no esperarte, es que te he visto tan tranquila durmiendo y no quería molestarte...
-Tranquila, no importa. Hace un momento me ha pasado una cosa muy rara...
-El que?
-Mientras venía para aquí una chica me ha empujado sin ninguna razón...
-¿Que chica?- Me interrumpe, gira la cabeza bruscamente como si buscara a alguien, que al parecer encuentra- ¿És esa?
Miro en la dirección que me indica y veo a la chica que me ha empujado esta mañana.
-Si, es ella.
-¡Lo sabía! ¡La voy a matar!
-¿Por qué? ¿Qué pasa? ¡Bibi!
No se muy bien que pasa pero Bibi se dirige a toda velocidad hacia aquella chica.
- ¡Eh! ¡Tu! ¿Se puede saber qué haces?
- Ahora mismo, comer.
- ¡Ja! Muy graciosa. No se te ocurra volver a tocar a mi amiga o te las vas a ver conmigo.
- Mira que miedo tengo...
No sabía qué hacer en ese momento, así que cogí a mi amiga por el brazo y me la llevé de allí.
- ¡Déjame! ¡La voy a matar Noa! ¡La voy a matar!
- Oye relájate Bibi, ¿qué pasa con esa chica?
- ¿Qué pasa? Esa niña es una pija mal educada que no para de buscar problemas... ¡Y los ha encontrado!
- Oye tranquila... - No tengo ni idea de lo que está pasando y no se que decir - Mira, ¿qué te parece si nos vamos y me explicas que pasa?
- De acuerdo...
Estábamos andando cuando volví a ver a aquel chico. ¿Qué hace en este instituto de chicas? La verdad, hoy está siendo un día muy difícil y confuso... Pasamos por su lado, parece que Bib no se da cuenta ni de que ese chico está en el pasillo. Me lo quedo mirando con mala cara, él me mira pero ni se inmuta, solo me mantiene la mirada.
Cuando llegamos a la habitación Bibi empieza a chillar, como una loca, palabras sueltas sin sentido.
- ¡La mato!...¡Monique!...¡Venganza!...- Y así unas veinte palabras más...

***
Después de hablar con Noa y explicarle toda la historia que pasó con Monique, vamos para clase de ciencias.
Como siempre, nos sentamos en el mismo sitio y la chica “rara” a nuestro lado.
- Buenos días. - Nos dice de golpe nuestra compañera de mesa.
- Hola - Contesto yo un poco nerviosa.
- Mi nombre es Evelin.
- Yo soy Bibiana y ella es Noa. - Sigo pensando que decir, pero por suerte la profesora empieza a explicar.

Acaba la clase, sigo furiosa, pero por suerte, esta tarde no hay clases. Noa está a mi lado y nos dirigimos a comer pero antes de poder llegar al comedor, alguien me llama desde atrás.
- ¡Señorita Lawrence!- me giro, es el director- Ya es oficial, entrenará en el club de boxeo masculino, son dos días a la semana, los Martes y los Viernes. Como hoy es Martes asegurate de llegar puntual, es de 17:00 a 18:30.
- ¡Muchas gracias! ¡Llegaré puntual!- vuelvo a dirigirme hacia Noa.
-¿Vas a ir al club de boxeo?- pregunta confundida- ¿Eso no es un poco extraño para una chica?
- Sí, voy a ir, el año pasado también estuve. No creo que sea extraño, a mi me gusta ¿Y tú qué? ¿Vas a apuntarte a algo?
-Estoy pensado en apuntarme a natación, pero no estoy segura...
-Sí, ¡Apúntate!
- De acuerdo...

Cuando acabo de comer, me dirijo al gimnasio tras acompañar a Noa a nuestra habitación. Estoy muy nerviosa porque es mi primer día y solo hay chicos pero al menos hoy me podré desahogar un poco.
- Bien chicos - Perfecto acabo de empezar y ni el profesor me tiene en cuenta.
- ¡Ejem! - A ver si así se da cuenta.
- Perdone señorita... - ¡Y no se sabe ni mi nombre!
- Lawrence, Bibiana Lawrence. -Haber si se lo aprende de una vez.
- Eso, señorita Lawrence. Estamos encantados de que se una a nosotros.
Por detrás se escuchan murmullos “¡una chica aquí! Lo único que hará es estorbar”, “No va a durar nada...”. Los ignoro, no me conocen y no saben de que soy capaz.
- Bueno como iba diciendo... Bien chicos... Y chica...- ¡Por fin! pienso- Este año participaremos en el campeonato nacional de boxeo. Recordar que debemos dejar en buen lugar al Aylan College, así que hacer parejas y empezar a entrenar.
Todos se emparejan y me quedo sola, somos impares. El profesor se da cuenta y me dice:
-Usted si quiere, puede empezar practicando con el saco de boxeo...
-Claro...-Contesto de mala gana.
Me acerco al saco más cercano. Me pongo los guantes, me preparo y empiezo a dar puñetazos. Pero alguien se me acerca.
- ¡Eh! ¡Tú! - dice riéndose junto a otro chico que va detrás suyo- lo de los sacos lo puede hacer cualquiera.
- ¿Me estas insinuando que tu lo harias mejor?- Pregunto.
- ¡Por supuesto! Y además podría con cincuenta como tu.
-¿Lo que quieres es luchar contra mí para demostrar a tus amiguitos que puedes con una chica?
Se me queda mirando sin saber qué decir, le he sorprendido y al parecer a su amigo también, se ha quedado con la boca ligeramente abierta, pero enseguida la cierra para aparentar normalidad. Después de unos minutos sin saber qué decir y yo estando apoyada esperando consigue abrir su bocaza.
-¿Me estas retando a un combate?
-Eso lo has dicho tú, no yo.  
- Niña, te vas a enterar.
Me limito a guardar toda la rabia para después echarla en el combate. Nos dirigimos al ring improvisado y recojo mi larga melena castaña en un moño. Él se quita la camiseta, tiene algo de musculos. Pero es tan imbécil que ni me fijo. Los demás se acercan y rodean el ring animando al imbécil a que me machaque.
Caminamos en círculos, mirándonos el uno al otro. Entonces me dirije el primer golpe que esquivo con extrema facilidad y aprovechando la distracción le doy un golpe en la cara. Se lleva la mano a la cara y cubre la zona dolida haciendo una mueca de dolor, pero eso solo dura unos segundos, después se prepara y sin darme cuenta me golpea en el estómago. Me llevo las manos al estómago y toso un par de veces intentando poder respirar. No consigo recuperarme del todo y aún respirando con demasiada dificultad le doy un golpe lleno de rabia en el estómago seguido por otro en la cara. Cae al suelo y en ese momento termina el combate, he ganado. Todos se quejan y echan le echan en cara haber perdido contra una chica. Yo sigo sin poder respirar bien. Tambaleandome salgo del gimnasio, fuera me pongo a toser intentando prespirar, me tapo la boca con la mano y veo que estoy tosiendo sangre. Dos chicos del club de boxeo se me acercan. Uno de ellos es moreno, de ojos marrones y el otro tiene el pelo color miel, los ojos castaños con un ligero toque verde y bastante atractivo teniendo en cuenta que hace boxeo.
-Estas bien?- me pregunta el primero.
Escondo la mano manchada de sangre y asiento, no me atrevo a hablar por si me vuelve a entrar un ataque de tos.
-Has estado genial ahí dentro.- Dice el otro.
-Vaya, vosotros no sois del club de fans del imbécil.- Respondo tosiendo.
-¿Te refieres a Dylan? Hace tiempo que no seguimos a ese tío, es demasiado prepotente.
-Vaya, pues gracias- al acabar de hablar rompo a toser de nuevo, esta vez peor que la anterior. Me tapo la boca y al poco noto la mano húmeda. Me la aparto y la veo mucho peor que antes, empiezo a marearme. Los dos chicos lo notan y antes de caer al suelo y de que todo se desvanezca siento como alguien me coge.

miércoles, 20 de junio de 2012

CAPÍTULO 1: EL REENCUENTRO


Este es el primer capítulo de nuestro libro. ¡Esperamos que os guste!




Soy Noa Johnson, acabo de mudarme desde París después de 3 años, cuando tuve que mudarme desde  Inglaterra por culpa del divorcio de mis padres y del traslado del trabajo de mi madre a Francia, pero por fin he vuelto. Me despido de mi madre y salgo del coche, voy al maletero y cojo mi maleta. Mi madre arranca el coche y la veo alejarse por la carretera. Me quedo ahí plantada, sin saber muy bien qué hacer. Camino unos metros hasta quedarme a mitad del patio delantero. Doy media vuelta y me quedo de espaldas a la puerta de entrada, contemplando las chicas que van llegando.
-Señorita Johnson, bienvenida al Aylan College, esperamos que su estancia aquí sea agradable y  productiva.
Me doy la vuelta y veo al director del Aylan.
-Muchas gracias señor Adams. Me alegra mucho poder estudiar aquí .
-Me alegra oír eso. Si aún no sabe a qué habitación le han asignado vaya a dirección.
-Ahora mismo señor, muchas gracias.- Después de eso el señor Adams asiente sonriente y se dirige a un grupo de alumnas mayores.
Entro en el edificio y voy a dirección. Se me acerca una señora, aparentemente no muy simpatica, y me dice la habitación y el horario de clases. Me da el uniforme oficial que está formado por una camisa blanca, una chaqueta azul con el “escudo” del colegio y una falda azul por encima de las rodillas, además de los zapatos negros con unos calcetines azules y blancos. Para el invierno tendremos que llevar un jersey azul, como no, encima de la camisa.
Cojo la maleta y subo a mi habitación. Cuando entro, veo que hay tres chicas deshaciendo su equipaje. Al cerrar la puerta detrás de mí, todas se giran. Una de ellas se me queda mirando con cara de sorpresa y confusión. Hasta que al final me reconoce.
-¿Noa?- Y en ese momento, después de decir mi nombre, la reconozco.
-¿Bibi?
Segundos después estamos en medio de la habitación abrazándonos. Bibiana Lawrence, la chica mas traviesa, inquieta y divertida que he conocido nunca. Antes de mudarme a París era mi mejor amiga, después, cuando tuve que irme, fuimos perdiendo el contacto. Es un alivio que después de tres años yendo de un sitio al otro no me sienta sola y que la tenga de nuevo a mi lado.
-¿Pero qué haces aquí?
-Han trasladado de nuevo a mi madre, ya van cinco veces en tres años. Pero ahora no estará más de una semana seguida en casa y no nos quedaremos más de un año en el mismo sitio, así que para no quedarme sola y mudarme una y otra vez ha decidido matricularme aquí.
-¿Y tu padre?
-Nadie lo sabe...- noto en su cara la preocupación así que intentó tranquilizarla- Tranquila, lo más seguro es que esté en una playa del caribe.
-Seguramente... Tu padre estaba obsesionado con la playa y el mar...
-Es cierto... Bueno, ¿y tu que haces aquí?
-Ah, mis padres me matricularon hace dos años. Decían que necesitaba disciplina.
-Veo que la Bibi de antes no ha cambiado.
-Nunca- dice riendo y abrazandome. Cuando se separa me presenta a las otras dos chicas que miraban la escena en silencio.- Chicas, esta es Noa Johnson, la mejor amiga que he tenido desde los 3 años.
-Encantada- dice una sonriendo- Yo soy Cynthia Looper, y esta es Anya Ivanova.
-Encantada.- dice no muy alegremente.
-Igualmente.


***




Acabamos de deshacer las maletas y nos vestimos con el uniforme del colegio. Noa es nueva aquí y como yo llevo dos años he decidido llevarla después de clase a conocer el colegio. Bajamos las escaleras hacia la sala de reunión donde cada año nos dan un discurso sobre los propósitos del curso. Cuando llegamos a la sala ya está llena. Nos sentamos en el fondo, poco después  aparece el director.
-Queridas alumnas...
Lo ignoro. Seguramente es el mismo discurso que el año pasado. Miro a mi derecha donde está Noa, que parece que presta atención al discurso. Nunca ha sido una chica que destaque mucho por su actitud reservada, pero poco a poco, después de 10 años conmigo, ha mejorado notablemente. Sigo sin poder creerme que nos hayamos vuelto a encontrar, estoy feliz pero me gustaría no habernos encontrado en un lugar como este. Este es mi segundo año aquí pero este sitio sigue sin gustarme. Tampoco he hecho muchas amigas, aquí todas las alumnas provienen de familias ricas o son sucesoras de los puestos de trabajo de sus padres y yo al no ser de ese tipo de familias me ven como una intrusa. Mi padre es un simple comerciante y mi madre informática, gracias a ella ahora soy experta en ese tema.  “Ñeek”. Me giro a la izquierda, solo hay una chica de pelo castaño y corto centrada en el director, pero parece un poco desorbitada, más allá no hay nada. Estamos en las sillas del lateral y después de la chica no hay nadie. ¿Qué habrá sido ese ruido? Como no lo vuelvo a escuchar lo ignoro y sigo centrada en mis pensamientos.
No se cuanto tiempo pasa, noto como me zarandean.
-¡Bib! ¡DESPIERTA! ¡El discurso ya ha acabado y la gente te mira!


Abro los ojos y veo que estoy en la sala de reunión y la gente me mira con mala cara. Por fin ha acabado. Odio cuando los discursos se vuelven muy pesados, no lo soporto. Las clases no comenzarán hasta la tarde, pero solo para introducir un poco en lo que trabajaremos durante el curso, tendremos toda la mañana libre. Como no tenemos nada que hacer decido enseñarle a Noa un poco el instituto, seguro que en los pasillos de las habitaciones estará Monique y no quiero encontrarme con ella.
La conduzco a la piscina del instituto, sé que a ella le encanta el agua y para darle un poco de ánimos le quiero enseñar algo que le guste, en cambio a mi no me gusta para nada, en eso si que no nos parecemos en nada. La piscina esta cubierta y solo estamos nosotras.
- Vaya, si que es grande- Dice Noa- ¡Quiero que toque ya la clase de natación!
- Pues no creo que me vayas a ver a mi por las clases, siempre me las salto- digo yo.
-Pues espero que al menos vayas a alguna, ¿me lo prometes?
-Supongo que podré soportar una clase en todo un año.
Noa se ríe ante el comentario, su risa es de esas que te contagian  y, como siempre, acabamos riéndonos sin poder parar. Le enseño una a una las clases, los patios, el gimnasio, los baños... Cuando acabo de enseñarle la parte de chicas, le enseño desde una ventana el patio de los chicos, que ahora mismo está lleno por el rato libre que tenemos. Nos quedamos como media hora mirando a los chicos y decidiendo quienes valen la pena y quienes no. Empiezo a tener hambre, miro la hora y ya es medio día. Sin prisas vamos hacia el comedor. Parece que todo el instituto se nos ha adelantado, hay una cola tremenda para llenar las bandejas. Nos acercamos y nos unimos a la cola. Miro a mi derecha, en una mesa bastante cerca a la fila está Monique que ha empezado a mirar a Noa de arriba a abajo. Se da cuenta de que la estoy mirando y me mira con cara de asco. Hace como medio año nos peleamos por qué ella se metió con Anya, el caso es que llegamos a las manos. Ella acabó llorando. Nos expulsaron 3 días a cada una, pero valió la pena, por mucha bronca que me echaran mis padres se llevó su merecido... Después de eso nadie de el curso volvió a meterse conmigo, solo Monique, que parecía que tuviese ganas de más pelea. Después de mirarme vuelve la mirada a Noa y empieza a sonreír maliciosamente, como se le ocurra hacer algo la mato. Noa no se ha dado cuenta de que la miran, se ha cansado de estar de pie y se ha apoyado contra la pared, me mira y me sonrie, le respondo con otra sonrisa.
Cuando acabamos de comer vamos al aula, por suerte nos ha tocado en la misma clase. Las mesas son de tres personas y nos sentamos las dos en una, pero la tercera silla está vacía, parece que nadie se quiere sentar a nuestro lado. Comienza la clase, empezamos a hablar sobre qué aprenderemos este nuevo curso. Entra alguien en la clase y algunas se quedan en silencio mirándola, otras hacen como si no hubiese pasado nada, incluso la profesora no le dice nada. Me doy cuenta de que es la chica de esta mañana, la que se ha sentado a mi lado en la reunión. Vé que a mi lado hay un hueco libre y se sienta, pero no me habla durante toda la clase. Cuando salimos de clases Noa y yo vamos nuestra habitación, Cynthia y Anya no están así que tenemos toda la habitación para nosotras solas, para hablar, pero después de un rato ella se duerme, seguramente ha estado tan nerviosa la noche anterior que no ha podido dormir. La tapo con la sábana y me dispongo a salir de la habitación sin hacer ruido. Me dirijo al gimnasio, tengo intención de volverme a apuntar este año al club de boxeo.
- Oh, ¡Señorita Lawrence! - es el director- ¿Venía usted a apuntarse al club de boxeo?
- Sí, ¿qué ha pasado?- en el gimnasio sólo está él.
- Este año parece que este club no se hará, el año pasado solamente eran tres personas pero este año parece que solo vas a ser tu y con una sola persona no se puede iniciar un club.
- ¿Qué? No puede ser...
- Pero si quieres podemos hacer un trato, el equipo masculino si que se va a formar este año, tal vez puedan admitirte en el grupo, siempre y cuando asistas a todas las clases.
- ¡Muchísimas gracias director!- digo muy contenta.
Estoy feliz de que al menos pueda participar en el club de boxeo masculino, la escuela siempre ha tenido muy separada la parte masculina de la femenina, he tenido mucha suerte. Salgo del gimnasio y voy a mi habitación, cuando llego Cynthia y Anya se están cambiando para irse a dormir. Sin hacer ruido cierro la puerta, me cambio, me lavo los dientes y me voy a la cama.

lunes, 18 de junio de 2012

PRÓLOGO

Aylan college abre un año más sus puertas a sus alumnos. El director, asomado a la ventana, contempla como el patio delantero se llena de las alumnas por una parte y de los alumnos por otra. El colegio lleva en pie más de 30 años, su abuelo fue el fundador y el cargo de director ha sido heredado por su padre, que murió hace un año. Se ata bien la corbata y se aleja de la ventana para salir de su despacho y bajar a presentarse a los nuevos alumnos.